¿Qué es el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es un carbohidrato producido por el organismo de forma natural. Es un componente del tejido que sostiene a las células, que, gracias a él, reciben agua, vitaminas y oligoelementos, tan necesarios para sus funciones vitales.

¿Se pierde con los años?

A medida que vamos cumpliendo años, la presencia de esta sustancia va disminuyendo. Después de los 35 la forma de la cara comienza a cambiar por la disminución de nuestro capital de ácido hialurónico. Como consecuencia de ello, perdemos volumen y firmeza en nuestra piel y aparecen las temidas arrugas, un signo inequívoco del envejecimiento de la piel

Tampoco ayudan malos hábitos como una excesiva exposición al sol, el tabaco o una mala higiene, que pueden dejar una piel poco lustrosa y reseca. 

¿Dónde se puede aplicar el ácido hialurónico?

  • Contorno de los labios
  • Pómulos
  • Arrugas alrededor de la boca
  • Líneas de expresión
  • Patas de gallo…

¿Cómo actúa el ácido hialurónico?

La reposición del ácido hialurónico en las capas superficiales de la piel es capaz de rehidratar el tejido. Lo hace más turgente y también optimiza el funcionamiento de las células. Al no estar reticulado, el ácido hialurónico sólo hidrata la piel, pero no produce sensación de relleno. 

Un poco de historia

El ácido hialurónico fue utilizado por primera vez con fines comerciales en 1942, cuando el científico húngaro Endre Balazs utilizó las técnicas de Meyer para extraer el ácido de las crestas de los gallos, que hoy día continúa siendo una de las fuentes de ácido hialurónico más provechosas. 

Interesado por el compuesto, Balazs patentó el primer uso de este ácido: sucedáneo de la clara de huevo en los productos de pastelería. Balazs llevó a cabo la mayor parte de los descubrimientos sobre hialurónico durante los últimos cincuenta años, habiendo sido premiado por su carrera en numerosas ocasiones.

Desde finales de los años 90 se empezó a utilizar en cosmética y estética con unos excelentes resultados.